miércoles, 6 de febrero de 2013

Ella cuida las flores




Ella cuida las flores,
hay sol en sus manos
y agua en su mirada.

Entre quehaceres
bautiza jazmines,
guía las volubles intensiones
de las campanillas celestes,
y a pesar del compromiso
con la mesa del mediodía,
señala las lluvias de pétalos
o se demora
en los abismos de las azucenas.

Sé que tiene amores secretos
con los helechos
y una cita ineludible
con las diminutas flores de la vid
cada primavera,
...y que perdona
las espinas de un cactus
que añora la montaña. 


Ella cuida las flores
y en su alma
se refugian las mariposas

todas las mariposas.

Teresa Guzzonato

"Tres poemas para un mismo gato"

(1) Relampaguea ojos de miel, el custodio del silencio.

(2) Juega a morder la cuerda, araña su zarpa de rosas, domina y estira...
Espina la torsión de las hebras
La luz recostada en el aire, acaricia el felino juego de las sombras.

(3) Descansa su mirada en no sé qué punto del día, y le construye el infinito...

Teresa Guzzonato


martes, 5 de febrero de 2013

Querido y maldito destino.

Para empezar, yo soy de las personas que creen en el poder del destino, y no hay otra.
Me va a pasar lo que me tenga que pasar, y listo!
Eso de luchar contra el destino es algo que necesitamos hacer como personas físicas y espirituales, pero nada va a cambiar lo que te espera. Podemos modificar detalles, que no influyen en nuestro curso de vida. Pero los grandes cambios no los podés evitar. Tienen que pasar y así pasan, te esfuerces o no en evitarlo.
Nunca forzamos las cosas, sólo intentamos forzarlas... y si se dan, es porque se tienen que dar y así tiene que ser.
Nos podemos romper el alma intentando conseguir algo, y no recibimos los frutos que intentamos sembrar; o podemos seguir viviendo y dejar fluir la vida, obteniendo igual resultado.
Nunca vas a poder vencer lo que se te tiene deparado.
Obviamente que tampoco es cuestión de cruzarse de brazos y esperar a que pase todo. Pero no hay que estresarse porque no conseguimos algo en lo que trabajamos muy duro... si no se dió pese a nuestro esfuerzo es porque eso no tenía que pasar.
Las cosas que se dan solas duran una eternidad.